Ufología de salón versus ufología de campo...

Cuando aparecen los ovnis aparecen los que los estudian, esto es , los ufologos. Los mismos al principio no tienen más remedio que ir a los testigos, a los casos, pues aún no hay una literatura consistente. Ir al lugar de los hechos, recoger pruebas, testimonios, ordenarlos, relacionarlos es el trabajo de lo que después se llamó " ufología de campo". Una vez que fue adquiriendo un cierto cuerpo, aparecieron aquellos que ante todo, de forma básica o fundamental, analizaban lo que los otros habían recogido y publicado, aparecieron lo que se llamó ufología de salón, de gabinete, ufología vampírica, etzcetera . Al no ser una disciplina reglada todo es posible. Y ante muchos casos anulados por su explicación científico natural los ufologos de campo se enfrentaron con los de gabinete, que suelen ser la inmensa mayoría excépticos o descreidos. Los casos de contacto no admiten este tratamiento dual.  Si acaso un tratamiento fenomenológico seguido de un análisis global que es siempre subjetivo. Y en este análisis global podremos, o no, estar conformes, de acuerdo o en desacuerdo. A Ummo no se puede uno acercar con un detector de campos electromganéticos o con un microscopio, ni tan siquiera con una cámara fotográfica. Se ha intentado una arqueología, pese la la juventud del tema, sobre él, buscando la cueva de  La Javie en Francia por ejemplo, y lo obtenido ha sido indeterminado y contradictorio . La piedra de Sanmartín ha desaparecido, los negativos del avistamiento de Valderas, para unos falsos , para otros pudieran ser auténticos. No hay trabajo de campo, y el que hay es todo de salón. No son los extraterrestres quienes se contactan, sino que parecen los humanos, los que desean contactar con ellos... y con resultados muy excasos, hasta hoy. Es lo que hay, pero no debe el interesado desanimarse en exceso.