Cuando en los años 90 Jordán Peña se atribuyó la autoría del affaire ummita, hubo en los receptores de los mensajes, como en los seguidores del tema dos respuestas significativas. La primera fue la aceptación de su testimonio y el descredito del tema UMMO. La otra fue el rechazo de pleno de su declaración. Y ante este rechazo se dieron diversos argumentos. El más destacado fue que era imposible que una sola persona pudiese haber redactado más de mil folios de informes tan variados y de tanta calidad, o de tanta profundidad y diversidad. Por ejemplo, A.Ribera, dijo que Jordán había sido en todo caso instrumento de los ummitas. También dijo que la hipótesis francesa sobre la intervención de la KGB, era absurda. Pues en los informes se hablaba de Dios, del alma...y eso en un texto soviético era imposible o inimaginable. Hubo otros que aceptaron la declaración de Peña pero no modificaron su creencia en UMMO como fue el caso de Rafael Farriols. Argumentos ad hominem fueron también usados con el debido respeto por Marhuenda y otros, esto es, Jordán Peña no pudo ser el responsable.
Los ufólogos españoles de los 80, las nuevas generaciones, están en el frente del descredito, del fraude en líneas generales .
A los seguidores además de cartas les ocurrieron cosas extrañas, desde la colocación de visores en sus domicilios,pues de esta manera los ummitas controlaban a sus contactos, al uso de material radiactivo y en esta línea cosas por el estilo. Hasta un alto cargo de la INTERPOL cenando con Ribera le dijo a este que por petición de la CIA estaban siguiendo a unos individuos altos, rubios, que hablaban con aparatos ajustados a su glotis, y los estaban siguiendo en EUROPA.
Sería lógico preguntarse qué es lo que atrajo tanto de este tema a sus seguidores, algunos de ellos como Marhuenda les daba las gracias por las semillas espirituales que habían colocado en su persona. Por haber compartido sus conocimientos y un sin fín de etcéteras . Los hay que aman o las hay que aman a UMMO. Como comprenderan no va a ser un servidor quien cierre el tema o deje de hablar de él.
Los ummitas decían no nos crean. Los ummitas pudieron entremezclar verdades a medias o falsedades en sus comunicados. El contacto directo no se ha producido en ningún caso y menos con la confesión del ummita diciendo " yo soy ummita".Y si no me equivoco las cosas siguen igual. Lo que no es óbice, valladar u obstáculo y estorbo para que alguien ( no diré el nombre) este en permanente contacto con ellos...al menos dialecticamente.
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