Hay gente que a partir de cartas, documentos postales, recibieron los primeros mensajes ummitas. Estamos en los años 60 del siglo pasado. Posteriormente se puso en boga el uso de las RRSS en internet, porque los ummitas realmente no habían abandonado el planeta Tierra.
Cualquiera podía ser o hacerse pasar por ummita.
Los primeros mensajes, el que los hiciese, recurriendo a diversas fuentes, aparentemente tenían cierta calidad. Pero era incuestionable, al menos para mí, la hechura humana. Bastaba con introducir ciertas fórmulas matemáticas, ciertos conceptos de genética o biología para sorprender a los receptores de los mensajes. Un farsante ignorante no podía escribir esas cosas.
Pero la realidad es que esos mensajes y sus contenidos se podían escribir con el uso de una enciclopedia y un poco de imaginación.
Ni era, ni es suficiente para acreditar la fuente extraterrestre.
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