Una de las razones que aducen los seguidores de UMMO sobre la imposibilidad de que Jordan Peña, escribiese más de mil páginas con multiples contenidos filosóficos, científicos, técnicos...cual una enciclopedia ummita es que los mismos escapan a un sólo individuo, y aún que para hacerlas haría falta tal cúmulo de conocimientos que dicha posibilidad era una imposibilidad. Les comenté que es muy importante leer los textos, las cartas ummitas, en algunas de ellas, es cierto, hay contenidos científicos de nivel alto, elevado, pero ojo...están al alcance del conocimiento humano. Y también digo que si se concreta en algunos puntos, los textos ummitas dicen " estupideces " sin fundamento alguno. Se hablo de una posible conexión con la cultura científica inglesa, de refritos basados en las teorias de Eddington que falleció en el 1944 , pero sobre todo en la literatura de anticipación, versus Arthur C. Clarke, el autor junto con Kubrick de " Odisea 2001 en el espacio " película que se estreno en los EEUU en 1968, y en España, en el 1969. Las primeras cartas ummitas datan de 1967. La película esta basada en un novela previa de Clarke, " El centinela" del año 1951, y la novela " Odisea 2001" fue posterior a la película. Es digno de mención que Kubrick le escribe a Clarke proponiendole trabajar juntos en el proyecto, una carta muy curiosa:
Estimado Sr. Clarke:
Es una interesante coincidencia que nuestro amigo mutuo Caras lo haya mencionado durante una conversación sobre el telescopio Questar. Durante mucho tiempo he sido gran admirador de sus libros y había querido discutir con usted la posibilidad de hacer una excelente y proverbial película de ciencia ficción.
En particular estoy interesado en los siguientes temas generales, partiendo naturalmente de un personaje y una gran trama:
1. Las razones que nos llevan a creer que existe vida inteligente extraterrestre.
2. El impacto (o quizás la falta del mismo en algunas facetas) que ese descubrimiento tendría en la Tierra en un futuro cercano.
3. Una sonda espacial con aterrizaje y exploración en la Luna y Marte.
Roger me ha comentado que está planeando viajar a Nueva York este verano. ¿Dispone de horario flexible? De no ser así, ¿podría considerar la posibilidad de viajar lo más pronto posible para una reunión que tendría como objetivo determinar una idea lo suficientemente interesante para ambos y así colaborar en un guión?
Aprovecho para comentarle que Sky & Telescope anuncia varios modelos de telescopios. Si uno tiene el espacio necesario para un tamaño medio en el pedestal, por ejemplo del tamaño de un trípode de cámara, ¿existe algún modelo en particular para este tamaño al igual que existe para el Questar en el ámbito de pequeños telescopios portátiles?
Saludos cordiales,
Stanley Kubrick
No veo como comprenderan más que una remota asociación, y es más no coinciden en el tiempo.
La respuesta de Clarke a la carta de Kubrick fue inmediatamente entusiasta, expresando también su admiración hacia la figura del director y su trabajo. Clarke le escribiría el 8 de abril respondiéndole lo siguiente.....( no pongo la respuesta)
El resto forma parte de la historia. Ambos se conocieron al poco tiempo, el 22 de abril en el Hotel Plaza de Nueva York, una charla que la biografía de Kubrick recoge como larga y extensa donde se habló por primera vez de la novela El Centinela de Clarke, un cuento del que nacería cuatro años más tarde una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia.
Una última anécdota acerca de la carta de Kubrick. Como vemos, al finalizarla acaba con una pregunta acerca de los telescopios, una pregunta que podría parecer un pretexto para despertar el interés de Clarke. Nada de eso, Kubrick fue un gran apasionado de la astronomía, y además, un auténtico geek o fanático de la tecnología de la época. En sus diferentes biografías y libros sobre el director se habla del gran número de gadgets y material tecnológico que compró en vida.
Así que tras pedirle al reputado (y admirado) escritor tomar a consideración la posibilidad de trabajar juntos en una película de ciencia ficción, Kubrick simplemente aprovecha la oportunidad para preguntarle por otra de sus grandes pasiones. Y es que el genio era obsesivo en todas las facetas que le apasionaban en la vida.
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